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Susana

Autismo y educación.




. El Desafío de estar en la escuela para un niñ@ o adolescente con trastorno del espectro autista (TEA)


Para los padres conscientes de las necesidades de sus hijos, encontrar un colegio adecuado puede ser difícil. Si el niño presenta una condición de neurodiversidad, como altas capacidades, TDAH o TEA, encontrar un ambiente escolar que pueda comprender y satisfacer sus necesidades puede ser aún más complejo. La mayoría de los colegios carecen del apoyo adecuado y de profesionales que puedan brindar una red de acompañamiento en su proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, la falta de profesores preparados, con disposición y actitud flexible y amorosa, agrava la situación. Aunque existen muchos profesores comprometidos, aún queda mucho por hacer y muchos padres se enfrentan a obstáculos, experiencias negativas e incluso traumáticas al iniciar la escolaridad de sus hijos.

Según la OMS, estos niños representan una proporción de uno entre 160 en el espectro del TEA. Se considera un trastorno de origen neurobiológico que afecta el sistema nervioso y el funcionamiento cerebral, afectando la comunicación, la interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta. Los avances en neurociencia demuestran que es una condición en la que se presenta un desarrollo distinto al de un neurotípico (lo que se considera normal) y actualmente se sabe de las enormes capacidades de muchos de estos niños en otras áreas, y que poseen un potencial como cualquier otro.

Los niños en el espectro del TEA a menudo tienen una sensibilidad profunda, lo que hace más complejo para ellos procesar los estímulos del ambiente. Se enfrentan a un desafío enorme para adaptarse a un mundo donde las cosas no siempre son como se les dice, y donde existe estigmatización, discriminación y acoso escolar, lo que puede desestabilizarlos debido a la ansiedad que les genera. En muchos colegios, hay grandes dificultades para fomentar la empatía, el respeto, la inclusión y acompañar a los niños en su etapa escolar facilitando su adaptación e incorporación escolar.

Si bien hay muchos profesores que tienen una actitud comprensiva y reconocen la importancia de apoyar y entender a estos niños, aún queda mucho trabajo por hacer para lograr una educación inclusiva y respetuosa.



Desventajas en una educación rígida de niños y niñas neurodiversos


Son muchas las dificultades que enfrenta una persona con TEA para integrarse en el sistema escolar. Por un lado, el procesamiento sensorial a menudo los hace sensibles a luces brillantes o ruidos fuertes, lo que puede desencadenar crisis de ansiedad. También pueden tener dificultades para cambiar entre actividades y enfrentar desafíos en la lectura y expresión verbal, lo que complica su desarrollo académico. Es fundamental que el profesor respete el ritmo del niño o adolescente y lo oriente adecuadamente. La motricidad fina y gruesa también puede verse afectada en los niños con TEA, lo que dificulta actividades como escribir o hacer deporte en comparación con otros niños. La comunicación social es otro reto, ya que les resulta difícil entender los códigos sociales y necesitan acompañamiento para relacionarse con sus compañeros. Los cambios, como el cambio de curso o año escolar con nuevas reglas y expectativas, pueden generar confusión y aislamiento si no se los apoya en la adaptación al cambio. La rutina y la estructura brindan estabilidad a las personas, y los niños con TEA tienen una mayor necesidad de lo conocido para sentirse seguros. Sin embargo, la escuela presenta constantes cambios y una exigencia intensa de adaptación diaria. Los profesores que no comprenden los comportamientos autistas pueden tener dificultades de tolerancia y empatía con estos niños, lo que acentúa el problema. Muchas veces, el alumno no responde a las expectativas del alumno promedio y tiene un ritmo distinto en sus avances, lo que puede afectarlo psicológicamente e incluso generar problemas de autoestima. El proceso escolar para un niño con TEA debe adecuarse a su ritmo, comprendiendo sus necesidades individuales y apoyando las distintas áreas de desarrollo, considerando aspectos sensoriales, de comunicación, motricidad y adaptación social. La comprensión y el apoyo adecuado por parte de los profesores, así como la implementación de estrategias educativas inclusivas, son fundamentales para garantizar que estos niños tengan acceso a una educación de calidad y se desarrollen plenamente.




Ley TEA La Ley N° 21.545, también conocida como Ley TEA, ha entrado en vigencia en Chile tiene como objetivo promover la inclusión, atención integral y protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista (TEA) en los ámbitos social, de salud y educación.

La ley establece los deberes del Estado para asegurar el desarrollo personal, la vida independiente, la autonomía y la igualdad de oportunidades de las personas con TEA. Además, busca garantizar el derecho a la igualdad de oportunidades y promover la inclusión social de niños, niñas, adolescentes y adultos con TEA.

En el ámbito de la salud, la ley ordena al Ministerio de Salud implementar salas especializadas en el trastorno del espectro autista en cada uno de los Servicios de Salud. También se establece la inclusión de un ítem en el primer Estudio Nacional de Salud Infantil (ENSI) para estimar la prevalencia del TEA en la población infantil.

Además, la ley establece que el Ministerio de Salud, a través de los establecimientos de atención primaria de salud, llevará a cabo un proceso de detección del TEA en niños y niñas entre los 16 y 30 meses de edad, como parte de las acciones de supervisión de salud integral.

Con la entrada en vigencia de esta ley, se busca poner fin a la discriminación y promover un enfoque integral en la atención de las personas con TEA, brindando mayores garantías en los ámbitos social, de salud y educación.La Ley Tea (Trastorno del Espectro Autista) de Chile es una legislación que busca proteger y garantizar los derechos de las personas con trastorno del espectro autista (TEA) en el país. Fue promulgada el 2 de mayo de 2018 y establece una serie de disposiciones y medidas para promover la inclusión, igualdad de oportunidades y el pleno ejercicio de los derechos de las personas con TEA.

La Ley Tea considera el TEA como una condición de discapacidad y establece la obligación del Estado de implementar políticas, programas y acciones específicas para garantizar el acceso a la salud, educación, empleo, bienestar social y participación activa en la sociedad de las personas con TEA. Entre los aspectos importantes de la ley se encuentran:

  1. Creación del Registro Nacional de Personas con TEA: busca contar con un registro actualizado que permita identificar a las personas con TEA en el país y brindarles un mejor acceso a los servicios y beneficios.

  2. Derecho a la salud: establece la necesidad de asegurar servicios de diagnóstico, atención médica especializada, terapias y tratamientos adecuados para las personas con TEA.

  3. Derecho a la educación inclusiva: promueve la inclusión educativa de las personas con TEA, asegurando el acceso a una educación de calidad y adaptada a sus necesidades, así como el apoyo de profesionales especializados.

  4. Derecho al empleo y la inclusión laboral: fomenta la inclusión laboral de las personas con TEA, incentivando la contratación en el sector público y privado, así como el establecimiento de medidas de apoyo y adaptación en el entorno laboral.






Si bien esta representa un avance importante en la protección de los derechos de las personas con TEA, es fundamental que como individuos y como sociedad fomentemos un cambio profundo en nuestras actitudes diarias hacia las personas, ya sean niños o adultos, que son diferentes a nosotros. Debemos evitar el juego de la discriminación y reconocer que todas las personas somos únicas, diversas y complejas, y que el mundo pertenece a todos. Todos somos participantes de la sociedad y debemos actuar en consecuencia. De acuerdo con el paradigma de la complejidad propuesto por Edgar Morin, la democracia debe garantizar la participación de todas las minorías. Entendemos la democracia como una actitud social basada en los principios de igualdad de oportunidades y respeto por los derechos de todos los ciudadanos. Esto implica que debemos asegurarnos de que las personas con TEA tengan acceso a una educación inclusiva. En el enfoque de Edgar Morin sobre la educación inclusiva, se destaca la importancia de reconocer la complejidad de cada individuo y valorar sus diferencias. Para lograr una educación inclusiva, es necesario superar las barreras y los estereotipos que limitan el pleno desarrollo de las personas con TEA. Esto implica adaptar los entornos educativos para satisfacer sus necesidades, brindar apoyo emocional y académico, y fomentar la participación activa y el respeto mutuo entre todos los estudiantes. La educación inclusiva debe ir más allá de la simple integración de los niños con TEA en las aulas regulares. Se trata de crear un entorno donde todos los estudiantes sean valorados y respetados, y donde se promueva la diversidad y el aprendizaje conjunto. Es fundamental que los docentes estén capacitados en el manejo de las necesidades específicas de estos estudiantes, utilizando enfoques pedagógicos flexibles y adaptados a cada individuo. En resumen, para lograr una verdadera inclusión de las personas con TEA en la sociedad y en el ámbito educativo, es necesario promover un cambio de actitud, basado en el reconocimiento de la diversidad y la igualdad de derechos. La democracia debe garantizar la participación de todas las minorías, incluyendo a las personas con TEA, y la educación debe ser inclusiva, adaptada a las necesidades individuales y valorando la complejidad de cada individuo, como propone Edgar Morin.

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